lunes, 29 de junio de 2009

Elegir patear el tablero


Datos curiosos han arrojado los resultados de las elecciones legislativas en todo el país, especialmente en lo que refiere a los victoriosos y aquellos que no lo han sido, aunque más no sea por algunos pocos puntos.

Porque así como Néstor Kirchner decía en su campaña, ganar es hasta por un voto, también lo es la derrota, y deberá generar un replanteo. Quizás no estaremos hablando de redireccionamientos que devengan en volantazos para que este vehículo denominado “Argentina” (tal como aquella lancha que tripulara Daniel Scioli en los ’90) cambie radicalmente de rumbo, sino que se ajustará el curso, pensando directamente en 2011.

Si se ha puesto en jaque la gobernabilidad, o si el resultado determina el fin del kirchnerismo, o que el juego de alianzas y nombres de cara a las legislativas fue apenas un juego de niños respecto de lo que se vendrá en las presidenciales, será respondido seguramente con el correr de los días. Eso es lo único seguro. No veremos resultados en lo inmediato, y no sólo porque las asunciones serán el 10 de diciembre, sino porque desde el gobierno se buscará ordenar los melones antes que el carro entre en movimiento.

En el plano netamente electoral, debemos decir que De Narváez ha sabido capitalizar muy bien la fuerza del peronismo disidente, que le posibilitó el posicionamiento en los planes macristas, en principio, y la confianza del Pro en pleno más tarde, pese a las sospechas que siguen estando en su contra, en causas como la de la ruta de la efedrina. A eso hay que sumarle el arrastre de un Felipe Solá que ha vuelto a hacer gala de su capacidad de mimetizarse con el entorno, aún a costas de resignar prestigio y de someterse al ninguneo público de sus compañeros de fórmula.

Por el lado del kirchnerismo, es dura la derrota, por más que el margen haya sido mínimo, es un golpe que va de lleno al mentón del ex presidente, ya que es su nombre el que se puso en juego, y no el de algún candidato avalado por este. Y esa será quizás, la lectura del comicio que más adeptos tenga en el seno mismo del gobierno de Cristina Fernández, sobre todo teniendo en cuenta que en distritos claves se perdió la elección, o la victoria no tuvo los números esperados, como mínimo.

Bastante detrás ha quedado el Acuerdo Cívico y Social, ubicado como tercera fuerza, expectante y prestando atención a los giros de las negociaciones que devendrán, sobre todo porque con ellos, tanto la mayoría como la primera minoría, podría tener quórum propio, con todo lo que ello implica.

Mirando más hacia lo macro, observando los datos del país, podemos entender que hay tres, o quizás cuatro ganadores que se han visto fortalecidos con estos resultados. El primero de ellos, quien hoy es el vicepresidente de la Nación, Julio César Cleto Cobos, que se acomoda entre los favoritos a la hora de definir presidenciables para 2011, gracias al triunfo de su candidato en Mendoza.

En segundo orden, Carlos Alberto Reutemann. El santafesino estaba, incluso hasta ayer, en los planes de Mauricio Macri para una fórmula presidencial, aunque la victoria ante Giustiniani le amplía las espaldas al ex F-1, como para disputar el primer lugar en cualquier dupla presidenciable, cuestión que el empresario devenido en jefe de gobierno no vería con buenos ojos.

El tercero llega desde la mediterránea provincia de Córdoba. El carismático Luis Juez ha refrendado el respaldo popular, luego de las controvertidas elecciones de 2007, y se coloca también en la discusión importante. Y el cuarto es Pino Solanas, quien ha sido la revelación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al transformar su proyecto en segunda fuerza, desplazando al Acuerdo Cívico de Carrió y Prat Gay a un modesto tercer lugar.

Todo esto sin olvidarnos de los ya clásicos caudillos del interior que buscarán una nueva revancha, desde el riojano Menem hasta los Rodríguez Saa, pasando por Das Neves, Gioja o Capitanich, aunque estos últimos desde su identificación con el gobierno nacional.

Así estamos. Esto y mucho más ha provocado el cimbronazo electoral del 28 de junio, pero será necesario el tiempo como para entender la real magnitud de este suceso.

Pablo Santiago
Papelmundo Contenidos
Foto: Criticadigital.com.ar

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