Un bragadense en la calle Corrientes

Mágico, esa es la palabra que describe el desempeño de Jesús Hidalgo en la noche porteña, y nada menos que sobre el tablado del Teatro Presidente Alvear, para presentar su disco “El día después”.

Pocos minutos después de las 21 hs, un locutor irrumpió en escena, presentando la velada y a quienes iban a acompañar al bragadense en esa noche, un trío de notables músicos, que fueron que fueron quienes participaron de la grabación de la placa. Y fueron precisamente ellos, los maestros Abel Rogantini en piano, Juan Pablo Navarro en contrabajo y Carlos Corrales en bandoneón, quienes abrieron la noche con una pieza instrumental que ya hizo presagiar que lo próximo sería fabuloso.

Y el cantor no decepcionó.

Con la presencia de siempre, la complicidad habitual con el público, con su público, que incluso vino en gran número desde Bragado, y la impactante resonancia de una voz que brilla como pocas, Jesús recorrió entonces los caminos del disco, agradeciendo constantemente los mimos que llegaban desde las gradas y los palcos.

También se sucedieron los reconocimientos del propio cantor para los músicos que lo acompañaban en escena, y hasta se animó a proponerle un “mano a mano” delicioso a Walter Ríos, uno de los responsables de la edición del disco. También participó del show Jorge Giuliano acompañando a Hidalgo con su guitarra, tal cual lo hiciera en la grabación.

Fueron 80 minutos de puro fervor tanguero, que culminaron con un cerradísimo aplauso de las más de 150 personas que completaron una velada que seguramente quedará guardada en las retinas del joven artista por mucho tiempo, especialmente hoy, que es nada más, ni nada menos que ese “día después”.

Pablo Santiago
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