La celebración del
carnaval, que se viene realizando todos los fines de semana de febrero en
distintos barrios porteños, alcanzará su máxima expresión festiva durante los
próximos "cuatro días locos" ya que desde mañana y hasta el martes
próximo habrá grandes festejos en los corsos callejeros.
En tanto, se espera especialmente que el clima acompañe la
fiesta del Dios Momo a diferencia de algunos fines de semana pasados, en los
que la lluvia impidió parte del despliegue carnavalero.
"Los preparativos y las expectativas están a pleno, hay
muchas esperanzas y ganas para estos cuatro días que incluyen los feriados de
lunes y martes de carnaval", aseguró a Télam Carlos Díaz, delegado de las
murgas porteñas y director de "La Gloriosa de Boedo".
Durante este sábado y domingo habrá unos 34 corsos cada
noche y muchos de ellos continuarán el lunes y martes, como el del Abasto,
Almagro, Bajo Nuñez, Balvanera, Barracas, Boedo 1 y 2, Colegiales, Flores,
Mataderos, Monserrat, Palermo, Parque Avellaneda, Paternal 1 y 2, Pompeya 1,
Saavedra 1, 2 y 3, San Telmo, Villa Crespo, Villa Pueyrredón y Villa Urquiza,
confirmó a Télam la Comisión de Carnaval dependiente del Ministerio de Cultura
porteño.
Asimismo, aseguraron que durante las próximas noches
continuarán desfilando las más de 100 murgas que participan este año de los
festejos del carnaval de la Ciudad.
Las murgas, que son la expresión del arte popular y
callejero que identifica al carnaval porteño, con sus bombos con platillo, su
baile enloquecido, su canto barrial crítico y picaresco y con el brillo y
colorido de sus trajes, explotan con pasión y desenfreno en los tablados
iluminados por Dios Momo.
Así llegan las murgas al carnaval tras un año de preparación
y con fuertes expectativas por plantar en la calle un "sueño" a
través del arte, de esa identidad y pertenencia barrial que se vuelven alegría
y diversión.
En el inicio, ese momento en que suenan los silbatos y la
murga comienza a andar, el sentimiento que circula al interior de la murga es
indescriptible, corre por la piel de cada murguero una emoción y un entusiasmo
que sostiene cada noche de festejo, que hace dejar en cada corso el alma, la
alegría, lo mejor de su expresividad y las ganas de volver.
Mientras esa sensación única del carnaval colma de magia a
los murgueros, el público se agolpa, al son del bombo con platillo, a veces
acompañado por redoblantes, zurdos, repiques o trompetas, para ver pasar a la
murga.
Una noche, en la que además hay espectáculos musicales,
competencias de disfraces y bailes, juegos de espuma y el tradicional chori;
una noche de encuentro callejero de familias, jóvenes y niños que descubren en
el carnaval un espacio de diversión, alegría y distracción que le dan a esta
fiesta su profundo sentido popular.
Más allá de la fiesta, que tiene una historia inscripta en
la memoria de la gente, que es tradición y cambio a la vez, que es el barrio
apropiándose de la calle para divertirse y encontrarse, están las incomodidades
del tránsito por los cortes de calle carnavaleros, que se comprenden pero que
se vuelven pequeños ante la significación de este festejo.
Entre los corsos de estos cuatro días, armados por la
Comisión de Carnaval porteña, se suma el festejo del "Carnaval Federal de
la Alegría", organizado por Presidencia de Nación, con el apoyo de la
Secretaría de Cultura y el Ministerio de Turismo de Nación, Anses, Aerolíneas
Argentinas, Correo Argentino, Radio y Televisión Argentina y el Consejo Federal
de Turismo.
Este festejo se lleva a cabo en 400 municipios del país
entre el 1 y 4 de marzo, y en la ciudad de Buenos Aires se realizará el lunes
de carnaval en el corso de Almagro, en Corrientes y Bulnes, con el desfile de
más de 20 murgas y la actuación de Ariel Prat, El Original, Néstor en Bloque y
Bruno Arias junto al Carnaval Andino.
Como el conjunto de las actividades de la ciudad, el corso
de Almagro se extenderá desde las 19 hasta la medianoche.
Los feriados de lunes y martes "logramos recuperarlos
en 2010 tras muchos años de lucha de las murgas y gracias a un decreto de la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner", aseguró Díaz, quien a su vez
organiza el corso en Boedo y Belgrano esas dos noches del feriado de carnaval.
Los feriados de lunes y martes de carnaval se festejan luego
de 34 años de estar prohibidos por un decreto militar de junio de 1976, un
reclamo que las agrupaciones carnavaleras venían planteando año a año, desde
comienzos de los `90 con sus propias formas de protesta, con grandes desfiles
murgueros por el centro porteño que les valió en más de una ocasión el mote de
"carnavalazo".
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Fuente: Télam
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