El sistema ya funciona con éxito en otros países, como España y Portugal.
Los bancos se lanzaron a prestar servicios bajo la modalidad de “garantías para alquiler” de propiedades en reemplazo de las tradicionales garantías propietarias. El sistema ya funciona con éxito en otros países, como España y Portugal.
Los bancos se lanzaron a prestar servicios bajo la modalidad de “garantías para alquiler” de propiedades en reemplazo de las tradicionales garantías propietarias. El sistema ya funciona con éxito en otros países, como España y Portugal.
El Supervielle es la primera entidad que se lanza a comercializar este producto, según comentó Diego Corzón, gerente de marketing del banco.
La entidad diseño el producto y estableció contactos con más de 300 inmobiliarias para que se conozca. La figura jurídica es de “garantía otorgada”.
“Suele pasar que la gente que necesita alquilar debe pedir favores a un familiar o un amigo para que les salga de garante propietario y si no lo tiene, en muchos casos, accede a garantías 'truchas' que tienen un costo de medio alquiler o de dos pero que terminan siendo falsas, porque son vendidas a decenas de personas en las mismas condiciones”, explicaron desde el Supervielle.
En este negocio, el banco oficia como un intermediario en el cobro de las cuotas o de alquileres que tienen un mínimo de 500 pesos y un máximo de 5000. El costo de la garantía es de un 9% Sobre monto total del contrato, que suele tener un promedio de dos años de duración.
Según el banco, el sistema ofrece ventajas para todos los actores que hacen la operación: seguridad para los propietarios de cobrar todos los meses el alquiler en tiempo y forma; servicio para los potenciales inquilinos y, en el caso de las inmobiliarias, una mayor productividad.
Fuente: TELAM
Cuando se ven iniciativas de este tipo, la primer imagen que suele venirse a la cabeza de quienes se ven forzados a situaciones de alquiler, es cuál será el costo real que tengan estas medidas y cuán cerca podrán estar de las personas que realmente lo necesitan.
Sobre todo esto último es, sin dudas, la "pregunta del millón" que sólo podrá tener una incipiente respuesta en un lapso mediano, desde el momento en que sea puesta en funcionamiento la maquinaria del Supervielle, en este caso, para operar con este sistema.
Quizás uno también peque de pesimista, pero si forzamos apenas un instante la memoria, todos recordarán los famosos planes para poder ser propietarios que se lanzaron desde algunos bancos en 2007. Planes que quedaron simplemente en eso, en los papeles, porque un porcentaje ínfimo de inquilinos logró sortear los cientos de requisitos que se exigían a los solicitantes de los créditos hipotecarios y comenzaron a transitar el camino de la ilusión de la casa propia.
Sí es real que el problema de las garantías existe y cada vez más, motivado por las requisitorias cada vez más absurdas de las inmobiliarias, donde por ejemplo, para alquilar en la Ciudad de Buenos Aires es requisito obligatorio para comenzar la charla, la presentación de una garantía propietaria "y que sea familiar directo", obviamente residente en Capital Federal. Con lo que, para aquellos que llegan a la "Reina del Plata" desde el interior, con el esfuerzo de juntar pesito por pesito para poder estudiar una carrera universitaria que les permita acceder a un trabajo digno y una "estabilidad económica", golpean contra ese muro de concreto que es la realidad y, en el mejor de los casos, caen en las clásicas pensiones, donde el amontonamiento es moneda corriente.
Entonces, y aunque no sea demasiado correcto en el periodismo hacerlo, sólo resta expresar el deseo, si, el deseo, de ver funcionar algo, de una vez por todas, que sea beneficioso para los que mes a mes ven saqueados sus bolsillos por la usura inmobiliaria.
Pablo Santiago
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