viernes, 15 de noviembre de 2013

Raly pone a "Rodar" sus canciones en el Ópera

El cantautor santiagueño Raly Barrionuevo despedirá el jueves 21 a las 21 en el teatro Ópera de Buenos Aires la gira nacional, pero esta suerte de consagración solista no lo desvía de la intención de “ir forjando espacios independientes”, según advierte.


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“Aunque me gusta que me tengan en cuenta, hay un camino de independencia que no tiene vuelta atrás. La idea es tratar de poner más fichas en generar espacios y para eso es importante encontrarse con artistas que están en el mismo camino que yo”, reflexiona Barrionuevo en una entrevista con Télam.

Mate en mano y sentado en la cocina de la productora del barrio porteño de Villa Ortúzar que maneja su agenda de recitales, el folclorista confiesa que “le gustaría traer la Peña Trashumante a Buenos Aires, a un lugar como el estadio Malvinas Argentinas que es el espacio más parecido al Atenas de Córdoba donde la hacen frecuentemente”.

El guitarrista y cantante que dota de testimonio, consecuencia y lirismo a la canción nativa, vivió recientemente en carne propia esa capacidad de generar ámbitos propicios cuando tres vientistas que no provienen del ámbito del folclore se ofrecieron a ser parte de su banda.

El saxofonista tenor Agustín Azubel, el trombonista Martino Gesualdi y el trompetista Nahuel Aschei, provenientes respectivamente de Nonpalidece, Dancing Mood y La Perra que los Parió, se sumaron a César Elmo (batería y percusión), Sebastián Sayes (bajo), Marcelo Gómez (guitarra, coros) y Edgardo Castillo (guitarra, vientos, coros), desde abril pasado cuando puso “Rodar” en la disco rockera Vorterix.

 “Agustín, de Nonpa, se me acercó y me dijo que le gustaría hacer cosas desde los vientos, que es algo que yo no había pensado como parte de mi sonido”, comenta.

“Después, los tres -abunda- se pusieron a bajar shows míos de Youtube me mandaron los arreglos grabados y pareciera que hubiéramos tocado juntos siempre”.

El autor de gemas como “Zamba y acuarela”, “Cuarto menguante”, “Oye Marcos”, “Esta historia” y “El activista”, señala que el acercamiento de los instrumentistas “me dio alegría porque se acercaron con mucho respeto e implicó un gesto de cariño que no tiene que ver con que estén especulando para hacer un laburito conmigo”.

El trovador consigna que “nos acomodamos tanto en el espacio como con la guita porque mi pretensión es hacer buenos laburos. Para lo único que me interesa tener plata es para hacer buenos discos y, cada tanto, comprarme una guitarra”.

Al repasar la experiencia compartida, revela entre risas que los tres vientistas “disfrutan y están flasheados por ir a los festivales folclóricos donde están descubriendo el verdadero rock criollo”.

Desde lo estrictamente musical, indica que “siento mucha potencia y nos divertimos tocando porque apareció un sonido que siento que encaja perfectamente, aunque todavía no los incluyo en las chacareras”.

Conocedor de ese paño que mamó desde niño en su Frías natal, apunta que “meterle vientos a las chacareras lo hicieron Andrés Chazarreta en los 40 y el Chango Farías Gómez con su orquesta, pero ciertamente lleva su tiempo agarrar el swing de algunos géneros”.

La referencia a la historia y a los aportes que irrumpen en su sonido, lleva a que reflexione que “hay una cuestión que tiene que ver con la tradición sin la que no se puede hacer ningún tipo de vanguardia”.

“Desde el desconocimiento de un género -abunda reconcentrado- no creo que pueda hacerse algo innovador. Muchas veces puede salir algo copado, algo lindo, pero algo realmente trascendente no”.

Yendo a lo personal, redondea que “por eso estoy muy tranquilo con lo que aprendí de la infancia y sé que a la hora de tocar una zamba o una chacarera, lo hago con ese soporte y sé perfectamente sobre qué estoy hablando”. 

Aunque despida “Rodar” en el centro porteño, el futuro inmediato de Raly lo tendrá tomando parte en una veintena de festivales folclóricos del verano en los que participará, siempre y cuando, “pueda hacer un determinado desarrollo musical”.

“Si me dicen que haga dos temas me quedo tomando un vino en casa, pero tampoco me interesa tocar dos horas porque eso me parece egoísta para con la mucha gente que está esperando”, razona poniendo el foco en el universo festivalero.

Mientras tanto, ya está pre-produciendo “Radio AM 2”, segunda entrega de una placa cuya primera versión salió en 2009, que aspira a publicar en vinilo y que volverá a unirlo con la pianista cordobesa Elvira Ceballos y con el guitarrista riojano Luis Chazarreta.

Capaz de anticipar la continuidad, desliza que “este va a ser más de las canciones que cantaba mi papá, con más valses y hasta un tanguito acriollado que se llama `Y dicen que no te quiero´, que cantaba Nelly Omar”.


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Fuente: www.telam.com.ar 

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